EL RELOJ, tu reloj, mi reloj.
Al mirarte desde este lugar, observo ese instrumento tan extraño, preciso, tan escogido, tan personal.., no es como el de John Harrison pero a mi me gusta.
Sus agujas en su movimiento circular uniforme delatan el paso de tiempo.
Tu tiempo, mi tiempo.
Ese que no parece ser igual para los dos, ¿es qué acaso fui yo el gemelo que se quedo en tierra?
El reloj siempre marca las siete y su eje de giro invisible te pone nervioso.
Aceleración centrípeta en mis válvulas sigmoideas, cuando existe sincronización.
¿Pero donde estamos tú y yo en este instante?
Miramos al cielo, como los antiguos navegantes, pero como casi siempre está nublado.
A veces pienso que tendré que buscar la señal del reloj atómico ó utilizar tus oscilaciones como movimiento útil para cronometrarnos.
“Cómete mi tiempo”
Un lenguaje casi críptico para mis cansadas neuronas de opositor. Me encanta! Sólo que el «tu» posesivo no lleva tilde (sorry! es de formación profesional). Salu2
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Hola, Manuel. ¿Cómo estás?
Como veo que valoras la ortografía, te comento: «deformación» (que supongo que es a lo que te refieres; hábito de hacer o pensar ciertas cosas debido a la profesión que se ejerce; es un sustantivo que se escribe como ya he reseñado y no como lo has hecho tú.
Un abrazo, compañero.
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Vaya con el tiempo.
Nos esclaviza.
A veces nos libera.
Otras es relativo.
Casi siempre nos falta.
Pues eso…
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Manuel siento decirte que me parece inapropiado corregir un descuido al escribir, creo que en sí el texto ofrece mucha mas belleza…Pero en fin, si resaltas nimiedades creo que tu DEFORMACIÓN profesional no es de formación si no de displicencia.
Saludos.
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Lo de la belleza no lo he discutido. De hecho sigo leyéndolo y descubriendo matices, ya dije que me encantaba. Siento haber parecido displicente, no era mi intención en absoluto. Many apologies!
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Has escrito una gran poesía con el reloj, el tiempo, el ser y el estar, donde mezclas la física y la metafísica.
Bss
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Gracias sobre todo por dos las dos ss!!
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El RELOJ—
El reloj gobierna las cosas, este mundo.
El reloj detiene la puerta, los deseos.
El reloj entierra lo que su esfera choca.
¡Helo! Cuatro cuadrantes…
un hilo suspendido.
El reloj es la fuerza centrífuga:
dispersa las emociones, rompe las añoranzas…
designa su ir y venir hacia donde no espera nadie
a otro
Nadie que espera
callado y escondido.
Son las diez menos cuarto.
Respiras.
Manotazos al aire… y te engañas,
te engañas,te engañas:
son las cinco.
Tú distante en la hora,
tú exultante, despierto;
tú distinto en el tiempo, y para el tiempo es lo mismo…
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Se me vino a la cabeza tu escrito al escuchar esta canción.
Espero te guste.
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Me ha gustado mucho, gracias por tu apoyo en esta nueva aventura que cada día me hace disfrutar un poco más.
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¡Que nivel está cogiendo este Blog!¡Madre mia!.
A partir de ahora voy a mirar al reloj con mas respeto, yo diria incluso con miedo y eso que soy fanatico de los relojes y su absoluta precision miniaturizada. De hecho tengo relojes sincronizados con atomicos que solo se retrasan un segundo en un millón de años. ¿Para que los quiero?
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Texto bello y enigmático. La persona sensible goza con la belleza. La curiosidad anima a ir un poco más allá y descubrir quién demonios era ese tal John Harrison (Mortales: leed Longitud) y qué pintan aquí los gemelos (¿tal vez Einstein?).
Lástima que los derroteros del debate vayan por el lapsus cálami…No se lo merece.
Sólo Ernie Loquasto puede permitirse decir aquello de: «Un buen reloj sólo sirve para que las mujeres elogien tus modales». Y tú no lo eres.
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Lástima que los derroteros del debate, por aquello del «lapsus calami», hayan acarreado otro: no hay tildes en latín. De todos modos, yo me quedo con la opinión de Séneca: «Admoneri bonus gaudet; pessimus quisque rectorem asperrime patitur».
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http://html.rincondelvago.com/construccion-de-un-reloj-de-sol.html
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Un segundo antes será pronto,
un segundo después, tarde.
En mi estación el reloj señala las 19:45,
a las 24:00 el tren se marchará,
no quiero que el tiempo me coma
pero, lo siento, no podré evitarlo.
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Bien Teágenes, Pero sólo por alusiones.
¿Latín? No soy tan osado. Reconozco que me hubiera encantado saber latín, pero no es lo mío. Ni siquiera es lo mío escribir en español. La literatura es, en apariencia, algo tan sencillo como poner palabras en cierto orden. Lo malo es que pruebas y casi nunca aciertas. Y entonces comprendes que en acertar con el orden consiste también la lotería, que suele ser más rentable (para la cartera que no para el alma) que la literatura.
Por cierto, puedes consultar el Diccionario de la Lengua Española «Lapsus cálami» (con tilde) y encontrarás lo siguiente: (Loc. lat.; literalmente, ‘error de pluma’) .1. m. Error mecánico que se comete al escribir.
Lo siento. Sigue aprendiendo con Séneca. Y con nuestra «bloguera».
Agapito
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Gracias por la corrección entonces. Yo sólo conocía la parte latina de la expresión. No sabía que la RAE había incluido expresiones como esa en el diccionario. Reproduzco entonces en español la sentencia de Séneca: «Al bueno le gusta que le corrijan; el malo, cuanto peor es, menos soporta a los que le aconsejan». Seguiremos aprendiendo y disfrutando del blog. Salutem!
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